Si estuviste pensando en distintas maneras para invertir en el mercado inmobiliario, seguramente te hayas preguntado qué te conviene más para llevar a cabo un proyecto: un fideicomiso o una constructora. ¿qué es más barato o más ágil? Para ayudarte a decidir dónde invertir tu dinero te contamos las diferencias entre un Fideicomiso y una Empresa. 

En primer lugar aclaramos que cuando decimos “fideicomiso”, si bien existen varios tipos de fideicomisos, nosotros nos referiremos al fideicomiso inmobiliario. Éste se forma con distintas personas que se comprometen a abonar un dinero o hacer algún otro aporte para lograr el fin común del proyecto. A esas personas se las denomina “fiduciantes”. Ese dinero común propiedad del “fideicomiso” lo debe manejar una sola persona llamada “administrador fiduciario”. 

La realidad indica que el negocio del fideicomiso es un negocio complejo, que mal administrado, puede traer enormes problemas para los fiduciantes, como pérdida del dinero invertido, haciendo que el proyecto pueda fracasar por falta de fondos. Si bien se podrían iniciar acciones penales por defraudación, la realidad es que ante una administrador insolvente, la posibilidad de recuperar el dinero SON NULAS. Otra cuestión importante a tener en cuenta es que puede ser frecuente que en este tipo de negocios se les pida a los inversores abonar dineros suplementarios para cumplir con el proyecto final (mayores costos, inflación, imprevistos, etc.).

El éxito de este modelo depende de que todos los inversores que comprometieron sus aportes cumplan con dicha promesa.Ya son varios los casos en los que los fideicomisos arrancan sus obras con un porcentaje muy bajo de compromisos firmados (ni siquiera abonados). Esto hace que si no consiguen nuevos inversores o alguno no cumple con sus pagos, los proyectos se paralizan quedando imposibilitados de continuar.

Ahora bien, en cuanto a las empresas familiares abocadas a la construcción de proyectos inmobiliarios, podemos destacar el respaldo profesional y calidad garantizada. En ellas hay un equipo de profesionales que, por lo general, incluye arquitectos, ingenieros, supervisores, albañiles, gestores, entre otros, que en suma agilizan el proyecto además de garantizar la calidad de la vivienda.

Esta especialización profesional de una constructora se ve plasmada en un trabajo más eficiente, gracias al equipo de profesionales con funciones específicas que simplifica y optimiza procesos desde la idea inicial del proyecto, su ejecución, hasta la entrega de las llaves. Por lo cual la agilidad de entrega y ahorro de tiempo es otra de las grandes ventajas sobre el fideicomiso. 

Para concluir, económicamente, invertir con una constructora te ahorrará tanto en sorpresas innecesarias como en dinero y materiales, debido a la especialización, experiencia y volúmen de compra de la misma.